Dos de las
razones por las que me encanta el W&G es porque no me preocupa que haré al
día siguiente con mi pelo y porque voy “peinada” todo el tiempo sin tener que
mirarme a cada momento al espejo a ver si no se ha estropeado el peinado.
Ya he
explicado en otras entradas como hago mi W&G. Pues para mantenerlo
por varios días casi intacto sigo una sencilla rutina de mantenimiento:
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Una vez termino de definir el W&G no
vuelvo a tocar mi pelo mientras esté mojado, para no dañar la definición del
rizo y evitar la aparición del frizz.
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En la medida de lo posible no toco el
cabello aún estando seco.
-
Hidrato
cada día: pulverizo con mi botella con agua, leaving y unas gotitas de aceite
de oliva; y sacudo de un lado a otro el la cabeza para mantener separados los
rizos.
Si al tacto el pelo no se siente suave,
deduzco que le falta hidratación y procedo a hacerlo. En mi caso es suficiente
con 2 o 3 veces al día.
-
Por las noches humedezco ligeramente y
coloco mi gorro o pañuelo de satín para dormir. (esto ayuda a mantener la
hidratación durante las horas de sueño).
-
Sigo esta rutina cada día hasta volver a
lavar mi pelo.
Antes,
cuando hacía el W&G, no seguía esta rutina de hidratación, no volvía a
mojar mi pelo hasta la siguiente lavada, el pelo seguía igual de bonito y
definido sólo que cada día se encogía un poquito más.
Con
esta técnica que utilizo ahora y que llevo unos dos meses aplicándola me gusta
más como se comporta mi pelo, más suave, más estirado y lo mejor de todo es que
no me cuesta nada (relativamente) desenredar en la siguiente lavada, tienden a
formarse menos nudos que cuando lo dejaba seco todo el tiempo.
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